CASA MANAN

UN NUEVO COMIENZO...

NUESTRA HISTORIA

CASA MANAN surge gracias a una historia de amor, empatía y compasión incondicionales.


Todo comienza cuando nuestra fundadora Adri, amante y altruista de los peluditos en condiciones vulnerables de calle desde hace varios años, realiza un viaje a Aguascalientes, un poblado de Machu Pichu en Perú donde una noche, al regresar al hotel en el que se hospedaba, encontró en su puerta a un peludito herido que lucía en muy mal estado, el personal del hotel decía que todas las noches llegaba allí para dormir, incluso ya le habían colocado un tapete para que se acostara. Al verlo, Adri buscó de inmediato un veterinario por la zona para llevarlo a atender pero no hubo ninguno y al día siguiente ella tenía que regresar a México. De camino en el avión, no dejaba de pensar en la forma para ayudar a ese peludito que de lo contrario, moriría.

 

Así que, angustiada y desesperada, al aterrizar buscó a una amiga protectora de animales para pedirle apoyo en buscar contactos en Perú que pudieran salvar a ese peludito lo más rápido posible. Afortunadamente, después de muchas llamadas, logró poner en contacto a la encargada de turismo en ese país con Adri, quien al comentarle la situación y que una vez que el peludito se encontrara en buenas condiciones para viajar lo traería a México y se haría cargo de él; se ofreció en llevarlo al veterinario por medio de una Asociación protectora de animales, sólo que no alcanzarían a cubrir los costos de la atención que el peludito requería pero Adri les envió de inmediato la cantidad monetaria para hacerlo y afortunadamente se salvó.


Sin embargo, aquí no acaba la historia, pues un buen día, el veterinario contacta a nuestra fundadora Adri para decirle que el peludito se le había escapado. Ella, muy molesta y desesperada le exige que lo busque hasta encontrarlo. Y sí, lo logró encontrar después de unos días, pero esta vez con una patita rota que necesitaba cirugía, la cual nuevamente costeó Adri para que se realizara de inmediato.


Luego de dos meses, el veterinario confirmó la recuperación de este peludito y confirmó estar listo para irse a casa con Adri, a quien al preguntarle cuál sería el nombre que le pondría al peludito para darle todos los certificados necesarios para viajar, contestó sin dudarlo, Manan, que en quechua significa "un nuevo día". Eso es precisamente lo que ella le brindó a este amado peludito.


Y es así como surge la idea de crear un espacio ideal para que Manan y muchos más peluditos disfruten de instalaciones seguras, amplias y agradables con personal capacitado, dispuesto a brindarles todo el amor y atención que se merecen, durante su estancia.


CASA MANAN, donde cada peludito es tratado con dignidad, amor y respeto.

MANAN YA QUERIENDO IRSE A MÉXICO

MANAN VIAJANDO DE PERÚ A MÉXICO